La sinestesia consiste en mezclar varios sentidos o, mejor dicho, percibir con un sentido "equivocado" un estímulo externo. Quien padece sinestesia puede asociar un color a una música, o bien traducir el tacto de un objeto en un olor. No se trata de una asociación emotiva, sino que realmente ven una tonalidad roja cuando acarician un objeto rugoso, por ejemplo.
Hace cinco años no tenía ni idea que algo así podía ocurrir. Hasta que un día mi hija de dos años me explicó que una determinada canción era de color "rosa" y que otra tenía un color "verde". Al principio me lo tomé en broma pero ella insistía. Así que siempre que sonaba una determinada canción o se escuchaba un sonido tomé la costumbre de preguntarle qué color percibía. Invariablemente colocaba siempre el mismo color con la misma canción o con el mismo tipo de ruido así que deduje que allí pasaba algo. Al principio me preguntaba si se trataba de algo grave relacionado con el cerebro pero pronto - gracias "Sr Google" - encontré algo de información cuando ya estaba a punto de visitar al Neurólogo.
La sinestesia se conoce desde hace siglos pero sólo desde hace treinta años se ha analizado en profundidad. La "sufre" un 1% de la población mundial, así que no es una patología minoritaria. La causa reside en cierta confusión en el manejo de la información en áreas adyacentes del cerebro. Asi un estímulo olfativo se "cruza" hacia el área de nuestro cerebro que maneja el tacto y el aroma de un perfume se intepreta como un roce suave, por ejemplo.
Las sinestesias más comunes son aquellas que asocian estímulos sonoros con colores aunque pueden ser tan sofisticadas como percibir figuras geométricas ante sensaciones visuales. Algunos sinestésicos llegan a tener hasta tres "cruces", con lo cual la realidad que perciben es sensiblemente diferente a la que disfrutamos el resto de los mortales.
Parece ser que muchos niños de corta edad son en cierta manera sinestésicos pero la mayoría pierden esta característica cuando crecen. Mi hija poseía sinestesia a los dos años pero perdió esta propiedad alrededor de los tres años y medio. Los sinestésicos auténticos conservan este don de por vida. También se han hecho estudios que indican que los autistas son más propensos a disponer de sinestesia.
Me resisto a adjetivar la sinestesia como una afección. Digamos que un sinestésico percibe la realidad de una manera muy rica. Es cierto que a menudo tienen problemas para explicar el significado de las palabras o los sonidos, pero eso se debe a que no pueden explicar de manera lógica - lógica para nosotros - algo que perciben de una manera muy distinta a como nosotros lo hacemos. Si dos sinestésicos con el mismo tipo de sinestesia se explicaran sus vivencias sensoriales se entenderían perfectamente.
Pongamos un ejemplo que no tiene nada que ver con la sinestesia. Las abejas pueden ver una amplia gama de colores que incluyen tonalidades del ultravioleta que los humanos no podemos ver. Si una abeja tratara de explicarnos que nos acercáramos a una determinada flor según su color, probablemente no sabríamos a qué flor se refería porque la abeja ve la realidad de una manera diferente. Eso no significa que la abeja tenga una visión defectuosa. Y de la misma manera el sinestésico no capta sensaciones equivocadas, sino enriquecidas. De hecho la realidad que captamos no es mas que la construcción que hace el cerebro de las sensaciones que captan los sentidos, pero realidades puede haber muchas.
Os recomiendo ver el siguiente video de una entrevista que hizo Eduard Punset a David Eagleman sobre este tema.
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