Aunque para el ser humano y otras especies el sueño es necesario, hasta la fecha nadie sabe a ciencia cierta por qué dormimos. Sí sabemos que privar del sueño a muchas especies les provoca la muerte en un corto espacio de tiempo, así que se trata de una función tan necesaria como la respiración o la alimentación.
Esto no significa que no se hayan propuesto varias teorías que siguen sin responder a preguntas básicas sobre el mecanismo que regula el sueño o cuál es la duración deseable para el mismo, entre otras muchas.
Una de las primeras teorías que se formularon y que sigue siendo muy popular es que el sueño deviene en un mecanismo de conservación energética. Los que defienden esta teoría sostienen que si nuestro cuerpo estuviera activo las 24 horas del día sería necesario realizar un aporte energético al mismo de forma constante. Mientras dormimos el metabolismo se reduce hasta en un 10% en los humanos y mucho más en otras especies, por lo cual no es necesario hacer un aporte energético al mismo : si no gastamos no necesitamos ingresar, sería la propuesta. Algunas especies como el gato doméstico duerme alrededor del 60% del tiempo y el koala, una especie que tiene una dieta pobre, apenas está despierto 3 horas al día. Si ese aporte energético fuera posible, ¿dejaríamos de dormir? En principio no ya que el acceso a comida en sociedades avanzadas está asegurado en todo momento y no por eso dejamos de necesitar dormir, si bien se podría argumentar que estamos evolucionando hacia una situación en que el ser humano dormiría menos y hacia la cual no nos hemos adaptado completamente, algo muy discutible.
Otra teoría dice que el sueño es una función reparadora de nuestro cuerpo. Mientras dormimos el cuerpo realiza diversas tareas, como el crecimiento de los músculos, la síntesis de proteínas y la liberación de la hormona del crecimiento, algunas de las cuales se producen exclusivamente mientras dormimos. Durante la vigilia nuestro cerebro va acumulando adenosina, una substancia que se utiliza en muchas reacciones bioquímicas. A medida que la adenosina se va acumulando nos va entrando sueño de manera que cuando los niveles son muy altos se desemboca ineludiblemente en dormir. Durante el sueño estos altos niveles de adenosina se eliminan y por eso al despertar nos sentimos más activos y despejados. Si queremos lograr esto mismo durante la vigilia o el sueño no ha sido todo lo reparador que debiera podemos tomar cafeína que actúa como inhibidor de la adenosina.
Parece ser que durante este proceso de "limpieza" el cerebro ordena las informaciones recibidas y elimina aquellas que no son útiles. Este intenso trabajo de limpieza y clasificación es la razón por la cual soñamos. Dormir ambién sirve para ordenar y fijar los recuerdos. Si estamos estudiando lo mejor es dormir un número razonable de horas y la materia en estudio se fijará de forma más duradera que si no lo hiciéramos o recurriéramos a fármacos que inhibieran el proceso.
Dormir al menos 8 horas al día es bueno para nuestra salud y también para tener un aspecto más juvenil.
La teoría más reciente sobre la razón por la cual dormimos se denomina plasticidad cerebral. La plasticidad cerebral se refiere a los cambios que el cerebro experimenta mientras dormimos y que afectan a las capacidades cognitivas. Los bebés, en plena fase de construcción de sus capacidades cognitivas, duermen alrededor de 14 horas al día y la mitad del tiempo en fase REM, que es la fase en que se generan los sueños. Este proceso también sucede en los adultos, a menor escala, y es imprescindible para poseer una buena salud : privar a un adulto de un sueño consistente y tranquilo genera a corto-medio plazo problemas graves de salud.
El consejo siempre es el mismo : dormir 8 horas al menos durante el día es garante de buena salud.
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